Mamá,
No sé cuántas veces te he dicho “gracias”, pero hoy quiero hacerlo de una forma distinta. Una forma que me recuerde a ti, y que transforme cualquier rincón en refugio.
Esto que te entrego no es solo un regalo. Es un pedacito de todo lo que me haces sentir. Y quiero contarte por qué he elegido estas piezas, porque cada detalle tiene un motivo.
Aquí dentro encontrarás una vela en forma de abrazo, porque tus abrazos son eso que calma, que protege, que da sentido sin necesidad de hablar. Con esta vela quiero que te regales uno de esos abrazos que tú tan bien sabes dar, pero esta vez, para ti. Porque mereces sentirte sostenida. Para mí, tus abrazos siempre han sido mi hogar.
Si notas que algo huele deliciosamente bien es porque también hay una vela en vaso, y huele a caramel toffee. Tiene ese dulzor cálido que me lleva a los momentos contigo. A cuando llenas el espacio con tu risa suave, a cómo haces que todo parezca más sencillo solo con estar. Es un aroma que arropa, como tú, y que convierte cualquier instante en un lugar seguro.
También hay algo pequeñito y suave, pero que huele muy bien. Es un ambientador de armario, con aroma a orquídea y lilo. Es una forma de celebrar esa energía tuya que transforma cualquier espacio. Donde estás, florece la calma, pero también se llena el espacio con una chispa de frescura y alegría.
Y no te olvides del botecito de cerillas. Lo añadí para que no tengas que buscar nada más. Quiero que cuando lo abras, veas ese pequeño corazón colgando y recuerdes que… yo siempre estoy contigo. Aunque no esté ahí en ese instante, aunque estemos lejos, aunque pasen los años.
Y este no es un regalo cualquiera. Es una invitación a parar. A cuidarte como tú me cuidaste, a hacerte un momento solo tuyo, y sentir que la protagonista eres tú.
Gracias por tanto, mamá. Este pack lo hice pensando en ti, pero también en todo lo que eres cuando nadie te ve. Y en lo mucho que te mereces que alguien lo celebre.
Te quiero.
Siempre.